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[INTERNATIONALISM] Sábado 6 de junio – día de movilización nacional: que los patrones paguen por la crisis! Por un frente unico anticapitalista

¡QUE LOS PATRONES PAGUEN POR LA CRISIS! (*)
¡POR UN FRENTE ÚNICO ANTICAPITALISTA!

Sábado 6 de junio – día de movilización nacional

La emergencia de la pandemia está poniendo en evidencia las contradicciones estructurales de este sistema en todos sus aspectos.

Una emergencia epidemiológica que no es fortuita, sino que está estrechamente relacionada con la expansión invasiva de la producción capitalista que no respeta ningún ecosistema.

De hecho, están aumentando progresiva y constantemente la deforestación y la desertificación, el aumento irreversible de la temperatura terrestre que produce cíclicamente desastres naturales, la agroindustria y la ganadería intensiva.

Un sistema que se basa únicamente en la búsqueda de la maximización y acumulación de beneficios, la explotación masiva de vidas y la depredación de recursos a escala mundial no podía sino causar, entre sus ruinosos efectos sociales, esta crisis sanitaria mundial.

Una crisis que, exasperando y agravando una recesión económica ya preexistente, está sacudiendo a todo el sistema productivo, empeorando las condiciones de vida y de trabajo del proletariado y de las clases trabajadoras, sobre las cuales los empresarios y gobernantes europeos tratarán una vez más hacer pesar los costos económicos y sociales de sus manejos y reestructuraciones.

Generalizado por años de austeridad, el proceso de empobrecimiento ya está en marcha: cientos de miles de trabajadores siguen esperando el desembolso de los fondos de despido, el desempleo aumenta, el derecho de huelga y la actividad sindical han sido limitadas y reprimidas por las fuerzas policiales y militares.

En un contexto de enfrentamiento entre las diferentes burguesías nacionales, las medidas de los gobiernos nacionales y supranacionales tienen como común denominador la creación de más deuda: las ya miserables “medidas de emergencia” que hoy lanza el gobierno del Conte para los trabajadores y los desempleados mañana nos pedirán que las reembolsemos con intereses a través de una nueva era de sacrificios, de ataques a los salarios, a los derechos y a la previsión social.

En estos meses de confinamiento hemos sido testigos de un fracaso total en la gestión de la emergencia y de una catástrofe causada por años de recortes planificados y la destrucción del sistema nacional de salud.

Mientras los hospitales se colapsaban, el Gobierno y los representantes locales aceptaron sin reservas los dictados de los empleadores y de Confindustria, quienes impusieron una defensa total del lucro a costa de la vida de millones de trabajadores y trabajadoras, obligados a trabajar en ausencia de medidas de seguridad y prevención, contagiándose a sí mismos y a sus familias, sobrecargando aún más los servicios de reanimación y, en muchos casos, muriendo a causa del Covid-19 contraído en el lugar de trabajo (como lo atestiguan los mismos datos publicados por el Instituto Nacional de Seguridad Social).

Los hipócritas y engañosos llamamientos a la unidad nacional contra el virus y la retórica del “todos estamos en el mismo barco” pretenden ocultar la cruda realidad: nunca antes como en estos meses ha quedado evidencia que el único interés de los patrones y gobernantes es la protección del beneficio, ¡por cualquier medio y a toda costa!

Este estado de cosas, sin embargo, es el presagio de grandes explosiones de descontento y protesta, y plantea la necesidad de llamar imperativamente la atención de los trabajadores y los oprimidos en la necesidad objetiva e inmediata de superar a escala internacional el sistema de explotación capitalista.

Y es por estas razones que nosotros, los trabajadores de la logística, que somos considerados carne de cañón, con nuestras vidas consideradas como un costo inevitable que hay que pagar; nosotros, los trabajadores de la salud, enfermeras, enfermeros y médicos convertidos en “héroes” en el mismo momento en que fuimos enviados a la masacre; nosotros, los trabajadores inmigrantes explotados y sub-pagados del campo; nosotros, los trabajadores de la limpieza; nosotros, los obreros de las fábricas tratados como las máquinas con las que trabajamos en la línea de montaje; nosotros, los trabajadores del turismo y del espectáculo, sin trabajo y sin paga; nosotros, los maestros y los docentes precarios; nosotros, desempleados, intermitentes, precarios y trabajadores “en negro” con mil empleos y contratos, exprimidos como limones en los mil riachuelos de la descentralización de la producción capitalista y obligados a sobrevivir con salarios de hambre; nosotras, las proletarias discriminadas por ser mujeres; nosotros los ciclistas que llevamos comida a domicilio; nosotros, los estudiantes de las escuelas descalificadas y sin futuro, hemos decidido tomar el destino de nuestras vidas en nuestras propias manos, sabiendo que nuestros intereses inmediatos y futuros se oponen y son
incompatibles con los intereses de los que nos explotan y los que nos gobiernan.

Hemos comprendido colectivamente que es necesario volver a entablar la lucha precisamente a partir de nuestras necesidades materiales, pero apuntando también al ideal de un nuevo tipo de sociedad posible, necesaria e indispensable para su completa satisfacción: una sociedad libre del capitalismo y de sus lógicas de miseria y explotación.

Hemos decidido, después de varios encuentros nacionales, converger y establecer un pacto de acción, un frente único anticapitalista que recomponga, en la perspectiva política de una transformación radical de la sociedad, las diferentes luchas presentes a nivel nacional y local.

Hemos decidido salir a la calle el SÁBADO 6 DE JUNIO para una jornada de movilización nacional articulada en todos los territorios donde estamos presentes, con una plataforma de reivindicaciones unificadoras.

A la actual degradación y miseria los proletarios deben oponer una alternativa de clase destinada a superar la esclavitud asalariada y, por consiguiente, incompatible con los intereses de supervivencia del capital.

Convocamos a todas las realidades sociales, sindicales y políticas que comparten esta necesidad, y a los proletarios individuales que están cansados de descargar su indignación sólo en las redes sociales virtuales, a participar en masa a la jornada del 6 de junio y a las próximas convocatorias del Pacto de Acción.


1- Salario medio garantizado para los parados, subempleados, precarios y trabajadores con subsidios de desempleo;

2- Reducción drástica y generalizada de la jornada laboral por el mismo salario: trabajar menos, trabajar todos;

3 – Que los costos de la pandemia estén a cargo de los patrones, con el 10% del patrimonio de los 10% más ricos de la población;

4 – Libertad de huelga y de acción sindical: contra las prohibiciones de la jefatura de policía, de los prefectos y de las comisiones de conciliación obligatoria : si se trabaja también se tiene derecho a la actividad sindical y a la huelga;

5 – Abrogación de los decretos de seguridad: no a la militarización de los territorios y lugares de trabajo;

6 – Drástico recorte de los gastos militares (un F35 equivale a 7113 respiradores) y de las grandes obras inútiles y nocivas (como TAV, TAP, MUOS);

7 – Plan de contratación de nuevo personal sanitario: ascenso en el escalafón publico del personal idóneo y garantía de estabilidad de los precarios y precarias, para garantizar también la reducción de los turnos de trabajo y las vacaciones bloqueadas;

8 – Requisa inmediata de todas las clínicas privadas, incluso después de la emergencia, para reconstruir todos los servicios sanitarios territoriales destruidos; contra la mercantilización de la salud, por un servicio sanitario único, universal, eficiente y gratuito;

9 – Regularización y amnistía para todos los inmigrantes, empezando por los miles de “irregulares” en el sector de los jornaleros; contra la burla de la regularización “Conte-Bellanova”: permisos de residencia, documentos personales y reconocimiento pleno para todos los inmigrantes; garantía de los salarios directos e indirectos, derecho a un alojamiento y a la asistencia sanitaria; cierre de los centros de detención de los inmigrantes “irregulares” y reapertura de los puertos;

10 – Congelación inmediata de los alquileres, de las hipotecas de la primera casa y de todos los servicios (electricidad, agua, gas, internet) para los desempleados y las personas con subsidios de desempleo; bloqueo indefinido de los desalojos para todas las ocupaciones con fines de vivienda;

11- Revocación de todo proyecto de “autonomía diferenciada”, que penaliza a los proletarios y trabajadores del Sur de Italia;

12- Amnistía y medidas alternativas para garantizar la salud de todas y todos los detenidos.

PACTO DE ACCIÓN POR UN FRENTE ÚNICO ANTICAPITALISTA

(*) Publicado el 30 de mayo de 2020 en Il Pungolo Rosso.